Descripción: Una de las principales materias primas para la exportación en Costa Rica son las piñas (Ananas comosus). Su expansión inició en 1970 para suministrar a los mercados de Estados Unidos y Europa y actualmente esta industria continúa en crecimiento. Los problemas principales están relacionados al alto uso de pesticidas. Costa Rica es el principal usuario de todo el mundo plaguicidas en términos por hectárea. De acuerdo a los datos por parte del Instituto Regional de Estudios de Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional (UNA), Costa Rica utiliza un promedio de 18,2 kilogramos de pesticidas por hectárea de tierra de cultivo, seguido por China que utiliza 17 kilogramos por hectárea y Estados Unidos usa cerca de 2,5 kilogramos por hectárea. El uso de plaguicidas y otras sustancias tóxicas de origen sintético están vinculados con diferentes problemas de salud tales como el cáncer, la infertilidad, las alergias, intoxicación, entre otros. Los pesticidas causan la contaminación de los suministros de agua y las reservas.
El cultivo de piñas en la zona responde a un megaproyecto de la ONU que abarca 500 hectáreas de monocultivo intensivo de piña que incluye un gran paquete de agroquímicos tóxicos, como el paraquat que está prohibido en muchos países por ser muy contaminante.
La Finca de Palmar se encuentra a menos de 5 Kilómetros del núcleo del humedal Térraba-Sierpe (HNTS) lo que representa amenaza de contaminación por agroquímicos. En un estudio de la UCR (2013-2016) se demostró la presencia de residuos de bromacil y ametrina en el humedal. Estos químicos se usan en la producción de piña y caña de azúcar. Lo que llama la atención es que en los alrededores del humedal no se siembra piña ni caña de azúcar, los investigadores concluyeron que las trazas de ambos herbicidas han sido transportadas muchos kilómetros arriba por los sedimentos y el agua del río Térraba que cruza Buenos Aires y Pérez Zeledón. Entre los plaguicidas utilizados en este proyecto se reportan: ácido fosfórico, polímero terpénico, nonil fenol etoxilado, aceite de petróleo, metalaxil, fosetil, carbendazim, triadimefon, bromacil (prohibido), bentazon, hidrametilnon, spinetoram, spinosad, diflubenzuron, otros entre.
Este crecimiento acelerado y sostenido ha dado lugar a luchas socio-ambientales en muchas partes del país. Las comunidades locales y las organizaciones de justicia ambiental, tales como la Federación Conservacionista de Costa Rica (FECON); Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera (FRENASAAP), Programa kioscos socioambientales de la Universidad de Costa Rica, entre otros, han llevado luchas significativas para detener el crecimiento de estos cultivos.