Constantemente escuchamos por parte de sectores políticos y económicos lo difícil que es hacer negocios en nuestro país, y dentro de los criterios que muestran como «impedimentos» siempre surge la dimensión ambiental, que son muchos permisos, que cualquier persona puede bloquear el proyecto, entre otras quejas.
Muchas de estas regulaciones son mínimas ante los posibles efectos negativos que puede tener la actividad o obra de construcción, además en la mayoría de las ocasiones las comunidades afectadas no son consultadas por el tipo de desarrollo que consideran necesario, y más bien tienen poca participación en la promoción y diseño de estos proyectos de «desarrollo».
Sin embargo, estos sectores económicos dominantes tienen posibilidad de incidir en actores políticos, por esta razón asistimos a una constante presión para lograr una mayor flexibilización de las regulaciones ambientales y el menosprecio explícito por las formas de participación ambiental vinculante.
Por esta razón les compartirnos esta infografía que nos invita a retomar una dimensión importante; la Justicia Ecológica, que nos ayuda a problematizar las relaciones que están presentes en los procesos de toma de decisiones en nuestras sociedades y evidencia quienes se benefician de estas acciones, así como quienes deben asumir las consecuencias de las mismas.
Por esta razón nos parece importante cuestionarnos en este contexto de presiones ¿Qué dimensiones están siendo olvidadas?