Este 3 de junio de 2025, el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica discutió una moción que ha encendido alarmas entre estudiantes, docentes y defensores de los derechos humanos. La propuesta busca que la administración consulte “técnicamente” a la Unidad Especial de Intervención (UEI) de Casa Presidencial para el abordaje de protestas estudiantiles.
La UEI es una unidad de élite, adscrita al Ministerio de la Presidencia, especializada en operaciones de alto riesgo, antiterrorismo y control de disturbios. Su eventual intervención en contextos universitarios representa un grave retroceso democrático.
La discusión de esta moción ocurre luego de que, en una reciente protesta estudiantil, se exigiera el desarme de los cuerpos de seguridad internos de la universidad. En lugar de abrir espacios de diálogo y escucha, la respuesta parece inclinarse hacia la «militarización» del conflicto social dentro del campus.
Diversos sectores han señalado los riesgos de este enfoque:
Se vulnera la autonomía universitaria, principio constitucional que impide la injerencia de fuerzas estatales en asuntos internos.
Se criminaliza el derecho a la protesta, legitimado en tratados internacionales y en la Constitución Política.
Se abre la puerta a la represión violenta de la disidencia estudiantil, rompiendo con la vocación crítica de la universidad pública.
Frente a esto, es urgente que la comunidad universitaria y la sociedad costarricense se pronuncien y defiendan el carácter democrático, autónomo y crítico de la UCR.
La protesta es un derecho. La universidad no debe ser zona de guerra.

Aunque finalmente la moción para consultar a la Unidad Especial de Intervención (UEI) fue retirada, su sola presentación en el Consejo Universitario deja señales de alarma. Este episodio evidencia cómo persisten tensiones y preocupaciones sobre la gestión de la protesta estudiantil y la autonomía universitaria. Más allá de su resultado inmediato, la discusión refleja un clima en el que se considera viable involucrar fuerzas especializadas en control y represión en espacios académicos, lo que pone en riesgo los principios fundamentales que sostienen la universidad pública. Por ello, es fundamental mantener la vigilancia y el debate abierto para defender la libertad de expresión y el derecho legítimo a la protesta en la UCR.
¿Cómo convertir una protesta estudiantil en misión antiterrorista? La guía exprés de la UEI para la UCR
La Unidad Especial de Intervención (UEI), especializada en operaciones antiterroristas y de alto riesgo, ofrece una serie de asesorías técnicas que podrían aplicarse a la gestión de protestas estudiantiles. Sin embargo, la naturaleza de estas intervenciones, diseñadas para contextos de seguridad extrema, plantea preocupaciones sobre el impacto que tendría su involucramiento en un entorno universitario. A continuación, se describen los tipos de asesoría que esta unidad podría brindar y las posibles implicaciones para la Universidad de Costa Rica.
Tipo de asesoría de la UEI | Descripción | Implicaciones para la UCR |
---|---|---|
Evaluación de riesgos de seguridad | Análisis de posibles amenazas graves, identificando riesgos que puedan afectar la seguridad. | Puede justificar una respuesta para fortalecer el control policial ante cualquier manifestación. |
Planificación de estrategias de control y contención | Diseño de tácticas para contener o dispersar manifestaciones consideradas “peligrosas”. | Potencial uso de métodos represivos y fuerza desproporcionada. |
Entrenamiento en manejo de crisis y disturbios | Capacitación de seguridad universitaria para enfrentar protestas según protocolos policiales. | Fortalece el control policial a la respuesta institucional y promueve la represión en el campus. |
Monitoreo y vigilancia avanzada | Uso de tecnología para seguimiento y control de grupos organizados o líderes de protesta. | Invasión a la privacidad y posible criminalización preventiva. |
Asesoría en inteligencia | Recolección y análisis de información para anticipar movimientos sociales. | Fomenta la persecución política y la desconfianza en la comunidad universitaria. |
Más allá de los golpes: formas no armadas de seguridad y represión
Cuando pensamos en seguridad o represión, la imagen común suele ser la de policías armados, gas lacrimógeno o palos. Sin embargo, la represión y el control social también pueden operar de formas mucho más sutiles, pero igual de efectivas para limitar la protesta y la disidencia.
Dispositivos no armados de seguridad y represión incluyen:
Vigilancia y monitoreo constante: uso de cámaras, infiltración de agentes, seguimiento digital a líderes y organizaciones estudiantiles para anticipar y desactivar protestas.
Control burocrático y administrativo: imposición de normas restrictivas, sanciones disciplinarias, exclusión o criminalización mediante reglamentos internos y procesos administrativos.
Manipulación mediática y estigmatización: desinformación, campañas que etiquetan a los manifestantes como violentos o “radicales”, creando un clima de miedo social.
Uso de cuerpos de seguridad sin armas letales: presencia de guardias sin armamento visible pero con entrenamiento en control de masas, que generan intimidación psicológica.
Negociación selectiva y cooptación: intentos de dividir y debilitar movimientos sociales mediante promesas, incentivos o presiones indirectas.
Estas formas no armadas, aunque no impliquen violencia física directa, restringen el espacio para la protesta, limitan la libertad de expresión y erosionan la autonomía universitaria. La instalación de la Unidad Especial de Intervención (UEI), incluso bajo el argumento de “consultas técnicas”, representa un riesgo real de combinar represión visible con estas formas más invisibles, profundizando el control sobre la comunidad universitaria.