CODECE solicita inspección ante posibles afectaciones en la cuenca del río Carrizal

La Asociación Conservacionista de los Cerros de Escazú (CODECE) participó este martes 15 de julio en la sesión del Concejo Municipal de Escazú, donde presentó una solicitud formal de inspección ante posibles afectaciones en la cuenca alta del río Carrizal.

Según lo expuesto por la organización, en las últimas semanas han circulado reportes ciudadanos sobre cambios inusuales en la calidad del agua, observados especialmente en días secos. Las aguas del río Carrizal habrían presentado una coloración turbia y presencia de sedimentos, lo cual encendió las alertas de vecinas y vecinos que han realizado inspecciones informales en el sector conocido como Rosalinda, en Jaboncillos. Las inspecciones de campo se realizaron específicamente en la parte alta del río Carrizal (Carrizal arriba), aunque la turbidez del agua ha sido observada a lo largo de todo el cauce.

A partir de estos reportes, CODECE identificó la presencia recurrente de maquinaria pesada en una finca ubicada cerca de nacientes del río. Hasta el momento no se ha podido confirmar si las actividades en el sitio cuentan con permisos de movimiento de tierra ni si se han realizado estudios de impacto ambiental, por lo que se considera fundamental realizar una verificación oficial.

 La zona en cuestión forma parte de una microcuenca de alta sensibilidad ecológica, donde nacen diversos manantiales que alimentan el río Carrizal. Aunque no se integran directamente a un sistema de agua potable formal, CODECE advierte sobre la importancia estratégica de estas aguas en una fase temprana del ciclo hidrológico, aún no intervenidas por usos agrícolas o urbanos.

Citando la Ley Forestal N.º 7575, CODECE recordó que toda naciente debe contar con una franja de protección mínima de 100 metros, y cualquier intervención en ese radio requiere una evaluación ambiental. Además, se mencionaron las directrices del SINAC que enfatizan el carácter crítico de estas zonas para la recarga hídrica y la biodiversidad.

En su presentación, la asociación solicitó:

  • Verificar si las obras cuentan con permisos y si cumplen con la normativa ambiental vigente.

  • La intervención del Departamento de Gestión Ambiental del municipio.

  • Garantizar la protección efectiva de las nacientes del río Carrizal.

CODECE ha sido reconocida históricamente por su labor comprometida en el monitoreo ambiental de los Cerros de Escazú. Su trabajo de vigilancia ciudadana y denuncia ambiental ha sido clave para resguardar ecosistemas vulnerables y fomentar una participación activa de las comunidades en la defensa del agua y el territorio.

Cuidar las aguas que aún no vemos

Aunque las nacientes del río Carrizal no estén actualmente integradas a un sistema formal de agua potable, su protección es fundamental. Estas aguas, limpias y jóvenes, representan una etapa temprana del ciclo hidrológico, y su salud tiene repercusiones directas en los ecosistemas río abajo.

La interconectividad ecológica nos recuerda que ningún cuerpo de agua está aislado: las microcuencas, los manantiales y los suelos que los rodean son parte de una red compleja que sostiene la vida. Al intervenir estos espacios sin controles, no solo se afecta la biodiversidad local, sino que se debilita la capacidad natural de filtración, recarga y regulación hídrica que permite, más adelante, que tengamos agua limpia y segura en nuestros hogares.

Cuidar las aguas «que aún no usamos» es, en realidad, cuidar las fuentes que mañana podrían ser esenciales. Es un acto de responsabilidad intergeneracional, de previsión ante el cambio climático y de respeto por los equilibrios que sostienen la vida. En tiempos donde el agua escasea o se contamina con facilidad, defender estos nacimientos no es opcional: es un deber urgente.

Ciudadanía vigilante: clave para la defensa ambiental

El cuidado del ambiente no puede quedar únicamente en manos de las instituciones. La experiencia demuestra que muchas de las alertas tempranas sobre afectaciones ambientales provienen de comunidades atentas, que conocen su territorio, caminan sus ríos, observan cambios y levantan la voz cuando algo no está bien.

El caso del río Carrizal refleja esa responsabilidad activa: personas vecinas que notaron el cambio en el agua, que registraron en fotografías lo que estaba ocurriendo y lo compartieron con una organización comprometida como CODECE. Gracias a esta red de observación y acción, hoy se solicita una inspección formal que podría prevenir daños mayores.

El monitoreo comunitario, la denuncia responsable y la organización territorial son pilares de una democracia ecológica. En un contexto donde muchas veces los intereses económicos avanzan más rápido que los controles ambientales, el involucramiento ciudadano se vuelve una línea de defensa vital.

Fortalecer estas capacidades comunitarias no solo mejora la respuesta ante conflictos socioambientales, también construye tejido social, recupera saberes locales y promueve una cultura del cuidado desde abajo. Porque nadie protege mejor un río, una montaña o una naciente que quienes la viven, la conocen y la aman.

Las imágenes utilizadas son parte de la presentación utilizada por Javier Sánchez de CODECE.

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