Ecosistemas y colapso ¿es suficiente compensar?

A provechamos la publicación del artículo «Earlier collapse of Anthropocene ecosystems driven by multiple faster and noisier drivers» en la revista Nature Sustainability (2023) para reflexionar sobre los escenarios de colapso de nuestros ecosistemas. Lejos de pensar en visiones alarmistas, este artículo nos ayuda problematizar las visiones dominantes de la «sostenibilidad ambiental» y la estrella de la «compensación» como soluciones, ya que ayuda a repensar los límites de estos enfoques, en escenarios donde la agudización de los sucesos meteorológicos extremos influyen sobre las capacidades de los ecosistemas.

Las actuales acciones de compensación y mitigación, están centradas en la captación de los gases de efecto invernadero, y en los mejores casos mecanismos financieros para «compensar» daños ambientales, sin embargo, estos enfoques son altamente limitados, no representan visiones integrales de los ecosistemas, no problematizan las relaciones de producción, sino, más bien promueven las actividades económicas extractivas.

Ante este escenario, sumado al acumulado de eventos que representa la actual crisis ecológica, son mecanismos insuficientes y hasta distractores de las medidas que debemos tomar ante este escenario de agudización que enfrentamos. El desafío es reconocernos como parte de un tejido que sostiene las capacidades de conservación, pero también de reproducción de la vida.

A través de esta reflexión, es una invitación a pensar en nuestros bienes comunes naturales, no cómo cosas o partes de algo, sino como ese sistema de tejidos que sostienen la vida en nuestros territorios, en dónde, si seguimos por la misma senda dominada por la visión extractivista, maquillada con «mitigación y compensación», nos encontraremos en ruta por un camino vía libre  al punto del no retorno.

Problematizar las relaciones dominantes de producción, sus formas y modos de explotación es un primer paso para fortalecer la construcción de alternativas que están presentes en nuestros territorios, pero también es una reivindicación a todas  esas luchas por la defensa de nuestros bienes naturales, en donde las comunidades vienen señalando precisamente esto, la economía extractiva actual viene «matando», es decir agotando y destruyendo nuestros tejidos de vida, esos que nos unen a los bosques, ríos y aire.

También, pueden consultar el artículo «Por qué el colapso de ecosistemas puede producirse mucho antes de lo previsto: nuevo estudio» de los mismos autores.

PDFImagen

 

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