El pasado 19 de mayo los proyectos de Observatorio de Bienes Comunes del CIEP y el proyecto Geografía y Diálogo de Saberes de la Escuela de Geografía ambos proyectos del Programa Kioscos socioambientales visitamos la comunidad de Puerto Viejo y recibimos la noticia de que en una parte de Playa Negra se había encontrado un lugar donde presumiblemente están realizando la tala de bosque, con el fin de provocar el cambio de uso de suelo para “agilizar” la urbanización de toda esta zona costera.
Esta alerta que les comentamos la realizó Philippe Vangoidsenhoven un defensor ambiental de muchos años en las tareas de vigilancia y denuncia, que a partir de este trabajo ha colocado más de 200 denuncias ambientales que en la mayoría de los casos no se ha atendido, y que las últimas han tenido una mayor cobertura mediática, por este accionar ha tenido que pagar un precio, dado que su vida ha sido amenazada en varias ocasiones.
A partir del registro que viene realizando ante el incremento de urbanización que esta atravesando Puerto Viejo, logró localizar un sector dónde presumiblemente están sacando madera, según lo que ha venido señalando, se ha visto al menos salir dos cargas con doble carreta.
Preocupa esta situación, ya que como él señala, es una zona que corresponde a bosque, pero dado el creciente valor de la tierra y promovidas por el polémico “Plan Regulador”, muchas personas y empresas han visto un negocio al forzar el cambio de uso de suelo.
Por esta razón procuran realizar las acciones necesarias para eliminar las áreas boscosas, una de las señales principales que nos comparte Philippe es que cuando inician estas acciones, es común ver los árboles en el suelo, otra vez veces, picados en pedazos para que se descomponga más rápido, e iniciar con el relleno de tierra y colocar el cartel de “For Sale”.
En esta zona de Playa Negra, ya es común ver los claros por todo lado y actividades de relleno de tierra, así como pululan nuevas construcciones en diferentes secciones, lo evidencia el loteo que ya marca futuras construcciones, se pueden ver también construcciones clausuradas, pero presumiblemente como comenta Philippe, no sea por el motivo que creemos, sino por falta de algún documento, pero las autoridades realmente no están monitoreando la reducción constante de la cobertura boscosa que ya está transformando Puerto Viejo de forma irreversible.
Posiblemente estemos asistiendo a uno de las transformaciones del paisaje más importantes de los últimos años, el cambio de la población y negocio local del Caribe Sur está siendo desplazado por tendencias de gentrificación en ciernes ante la imposición de modelos urbanísticos y comerciales dirigidos y pensados por y para estratos altos, es decir, con mayor capacidad de pago.
Hay problemas en el paraíso, y parece que poco importa a las autoridades, todo empieza con la erosión y agotamiento de los bienes naturales, luego vendrá la migración o desaparición de especies ante los cambios de suelo y urbanización, y como suele suceder sólo quedarán los parqueos y centros comerciales para la experiencia de ese turismo estandarizado responsable de la erosión de la naturaleza y a las culturas locales.