Queremos compartir algunos de los resultados de las negociaciones en la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022. Durante estas semanas se destacó las diferencias en torno al límite de las emisiones, la censura a las protestas de la sociedad civil y la aparición de la figura de la financiación privada como un aporte a los compromisos del financiamiento. Esto último da un mal precedente, ya que evidencia cada vez más el peso de las corporaciones en el diseño e implementación de la política climática.
También, un punto importante fue que se colocó en el documento final el Fondo para las Pérdidas y Daños que procura apoyar a los países más vulnerables, y refuerza la responsabilidad de los países ricos en financiar la reparación de los efectos de la crisis climática. Sin embargo, no se avanzó en la delimitación de la metodología ni los criterios de selección, esta tarea quedó para un Comité que seguirá trabajando.
Esta COP27, una vez más demostró el peso de los países productores de petróleo y las grandes corporaciones, ya que en los temas de mitigación y adaptación, las acciones significativas siguen siendo frías y escazas, y el «ninguneo» a los Derechos Humanos como una dimensión imprescindible en la formulación y puesta en práctica de políticas climáticas.
Les compartimos esta infografía que resumen los puntos principales de negociación y los nudos que siguen siendo los desafíos para profundizar políticas climáticas más orientadas a la justicia socioecológica.
Esta infografía se hizo a partir de la nota de prensa de Ecologistas en Acción: La COP27 alcanza un acuerdo final in extremis que consigue salvar las pérdidas y los daños.