La crisis civilizatoria que atravesamos en la actualidad enmarcada en el capitalismo tardío, en la mercantilización de la vida y en la incertidumbre, lejos de una invitación a caer en un pesimismo, nos pide un ejercicio fundamental de imaginación política donde la propuesta de Adrián Noguera de revisitar el legado de Paulo Freire representa un primer paso no desde un gesto nostálgico o el culto hacia una figura histórica, sino desde una relectura lúcida y comprometida de esta pedagogía de la esperanza donde un mundo nuevo puede ser construído desde las voces de aquellos y aquellas condenados a la tierra, retomando a Fanon.
Este texto a la vez constituye una buena introducción al pensamiento de quien fue uno de los intelectuales más influyentes en Latinoamérica, nos incita a una reflexión acerca de los procesos de despolitización de la educación, a repensar el sentido subversivo de la pedagogía como un camino hacia la liberación colectiva y a entender la educación a la vez como un dispositivo con implicaciones políticas mayores y como una forma de (re)habitar y (re)apropiarse del mundo. De esta manera no es azaroso que alrededor del mundo la educación esté siendo precarizada y atacada con el fin de convertirla en un servicio o una inversión en recurso humano, este libro por otro lado, propone como respuesta la devolución de la dimensión transformadora de la educación al concebir esta última como un acto de profundo amor y cuidados creando seres humanos críticos, antes de rentables.
En esta clave, se reivindica también el poder político de la esperanza, no como un suspiro ingenuo, sino como una epistemología: al hablar de la esperanza crítica Paulo Freire no pretende la espera pasiva a que las cosas cambien por sí solas, sino un compromiso colectivo por un cambio desde abajo. La esperanza lejos de una abstracción, es una palabra que se encarna desde lo cotidiano, desde los diálogos, desde el crear comunidad, desde la ternura y desde la digna resistencia.
La lectura de esta obra nos guía a través de los principales ejes del pensamiento y pedagogía freireana: la educación popular, la crítica a la educación bancaria, la pedagogía situada desde y para el oprimido, el rol del diálogo, la praxis como articulación entre teoría y acción, entre otros. El despliegue teórico de Freire que hace Noguera no tiene una vocación academicista, sino que pretende releer y actualizar el pensamiento freiriano desde los retos y preguntas que demanda el presente. De esta manera la pregunta ¿Por qué leer a Freire? responde a inquietudes alrededor de la búsqueda de pedagogías que nos devuelvan el sentido de lo común, la posibilidad de liberación, la restitución de la imaginación, al igual que la esperanza para la construcción de ese mundo nuevo.
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Créditos a la imagen de cabecera; Pinterest Mariângela Marques.