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COP30: multilateralismo en crisis y justicia socioecológica fuera de agenda

Del 10 al 21 de noviembre, Belém, Brasil, se convertirá en el epicentro de la política climática global con la celebración de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30). A diez años del Acuerdo de París, la cumbre llega marcada por tensiones entre discursos de transición justa y la continuidad del modelo extractivista.

El contexto no podría ser más complejo: guerras, crisis energética, avance de gobiernos ultraconservadores y un multilateralismo debilitado. En este escenario, las voces que defienden los territorios y la vida —pueblos indígenas, comunidades locales y personas defensoras ambientales— siguen relegadas a los márgenes del debate oficial.

Una década después de París: promesas rotas y ambición insuficiente

El balance global es preocupante. Según ONU Cambio Climático, solo 64 países presentaron planes nacionales de reducción de emisiones (NDC) antes de la COP30, lo que apenas permitiría una reducción del 10% de las emisiones para 2035 Cuenta atrás para la COP30 . Muy lejos del 60% que la ciencia considera imprescindible para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C.

El Informe pre-COP30 de Ecologistas en Acción advierte que los principales emisores y países del Norte Global siguen bloqueando compromisos vinculantes, trasladando la responsabilidad al Sur Global y confiando en mecanismos de mercado. La financiación climática continúa siendo el eje del desacuerdo: los países ricos evitan asumir su deuda histórica y apuestan por fondos privados e instrumentos “innovadores”, que en la práctica profundizan la dependencia y el endeudamiento de los países del Sur Informe-pre-COP30 .

Brasil, anfitrión entre la selva y el petróleo

La sede de la COP30 en Belém tiene una carga simbólica innegable: la Amazonía es uno de los grandes pulmones del planeta. Sin embargo, Brasil llega con contradicciones profundas. Bajo el gobierno de Lula da Silva, la deforestación amazónica cayó un 62% en 2023, pero al mismo tiempo Petrobras expande su frontera petrolera en la Margen Ecuatorial, con nuevas licencias para buscar crudo en el delta del Amazonas.

La cumbre, que se realizará “al borde del bosque”, enfrenta así su propia paradoja: mientras se discute la descarbonización global, el país anfitrión consolida un modelo extractivo que depende de los combustibles fósiles para sostener su balanza comercial. Como señala el informe, Brasil “proyecta una imagen de líder climático mientras fortalece la industria petrolera y gasística”, una contradicción que refleja el dilema mundial entre los discursos de transición y la realidad del poder económico.

Un nuevo marco jurídico: la justicia climática como obligación

Un punto clave de esta COP será la reciente Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que establece por primera vez que el umbral de 1,5 °C es jurídicamente vinculante. Esto significa que los Estados no pueden seguir tratando la acción climática como un compromiso voluntario, sino que tienen obligaciones legales concretas para reducir emisiones y financiar la transición de los países más vulnerables.

Este avance jurídico se suma a las resoluciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que reconocen la crisis climática como una violación de los derechos humanos. Aun así, las negociaciones siguen ancladas en la lógica del consenso entre Estados, donde los vetos de los petroestados y la influencia de los lobbies fósiles frenan cualquier medida ambiciosa.

Defensoras y defensores ambientales: la ausencia más grave

Aunque la retórica oficial habla de “transición justa” y “participación inclusiva”, la realidad es otra. Las personas defensoras del ambiente y del territorio permanecen fuera de la agenda oficial de la COP30, a pesar de que América Latina sigue siendo la región más peligrosa del mundo para quienes defienden la tierra y el agua.

En Brasil, Colombia, México, Honduras y otros países amazónicos, las comunidades que se oponen a megaproyectos extractivos —represas, minas, monocultivos, hidrocarburos— enfrentan criminalización, amenazas y asesinatos. La expansión petrolera en el delta del Amazonas ha generado nuevas denuncias por violaciones del derecho a la consulta previa, libre e informada, mientras el Acuerdo de Escazú —que garantiza protección a las personas defensoras— sigue sin implementarse de manera efectiva.

Las organizaciones presentes en la Cumbre de los Pueblos y la articulación “Pueblos contra el Extractivismo” exigen que la COP30 reconozca explícitamente la protección de las y los defensores ambientales como condición para la justicia climática. Su demanda es clara: no hay transición justa si se sigue asesinando a quienes defienden la vida.

El poder de los pueblos: resistencias desde la Amazonía

Mientras las negociaciones oficiales se concentran en tecnicismos financieros, la sociedad civil global se organiza en torno a la Cumbre de los Pueblos, que reunirá a más de 1.200 organizaciones. Desde la Amazonía, las comunidades indígenas recuerdan que ellos son los verdaderos guardianes del clima, responsables de conservar los territorios que el modelo económico global continúa depredando.

En su declaración previa a la cumbre, el G9 de la Amazonía Indígena advirtió: “La transición energética no puede ser una nueva forma de colonialismo verde”. Este llamado resuena como una advertencia a los gobiernos y empresas que buscan nuevas fuentes de extracción bajo el discurso de la descarbonización.

Una cumbre decisiva

Belém será una prueba para el multilateralismo: o avanza hacia una gobernanza climática basada en derechos humanos y justicia, o confirma su captura por los intereses fósiles y financieros.

Pero más allá de los acuerdos diplomáticos, el futuro del clima se juega en los territorios: en las comunidades que cuidan el agua, los bosques y las semillas. Allí donde las personas defensoras del ambiente arriesgan su vida cada día para sostener la esperanza de un planeta habitable.

La COP30 será histórica no por lo que firmen los gobiernos, sino por lo que logren sostener los pueblos.

No perdamos de vista a la agroindustria: glosario para leer la COP30 con mirada crítica

Mientras los focos de la COP30 se centran en los combustibles fósiles, la agroindustria avanza su propio relato verde. Empresas y gobiernos intentarán mostrarse como parte de la solución climática, aunque el sistema alimentario global —desde la ganadería intensiva hasta los monocultivos— genera cerca de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Este glosario ayuda a identificar las estrategias de greenwashing que estarán presentes en Belém.

Agricultura regenerativa: Promesa de una agricultura que “repara el suelo” y “secuestra carbono”, pero sin estándares verificables. Es la etiqueta preferida de grandes corporaciones como McDonald’s, Cargill o Bayer, que la usan para ocultar el impacto de sus cadenas de producción ganadera y de fertilizantes.

Agricultura tropical: Narrativa impulsada por el agronegocio brasileño para afirmar que la ganadería tropical puede ser “neutra en carbono”. La ciencia demuestra que los suelos tropicales no pueden compensar las emisiones de metano del ganado. Detrás de esta idea se justifica la expansión sobre la Amazonía y el Cerrado.

Sin calentamiento adicional (GWP*): Concepto técnico usado por países y empresas para recalcular sus emisiones de metano y aparentar neutralidad climática. Permite seguir produciendo carne y lácteos a gran escala sin reducir rebaños ni contaminación.

Bioeconomía: Palabra comodín del crecimiento verde. En teoría, busca producir en armonía con la naturaleza; en la práctica, legitima monocultivos para biocombustibles que compiten con la producción de alimentos, provocan deforestación y concentran tierras.

Alimentamos al mundo: Argumento clásico de la agroindustria para evitar regulaciones ambientales. Ignora que el planeta ya produce 1,5 veces más alimentos de los que necesita; el problema no es la producción, sino la desigualdad y el desperdicio.

La agroindustria es progreso y desarrollo: Discurso que presenta al agronegocio como motor económico y cultural. Invisibiliza el rol de la agricultura campesina y familiar, que produce la mayor parte de los alimentos del mundo, y desplaza las voces rurales en favor de corporaciones exportadoras.

La eficiencia es suficiente: Consigna usada por las grandes lecheras y cárnicas: producir “más con menos”. En realidad, aumentar la eficiencia sin limitar la producción incrementa las emisiones totales, consolidando un modelo agroindustrial dependiente de agroquímicos y monocultivos.

Los combustibles fósiles son el verdadero problema: Estrategia para desviar la atención. Si bien el petróleo y el gas son centrales en la crisis, el sistema alimentario consume el 15% de los combustibles fósiles del mundo y es responsable de una tercera parte del calentamiento global.

No habrá justicia climática si el debate global sigue ignorando el impacto del sistema alimentario. En la COP30, cuestionar a la agroindustria es tan urgente como desafiar a las petroleras: ambas sostienen un modelo que convierte la vida en mercancía.

Referencias:

Climate Observatory. (2025). Brasil y la paradoja del petróleo en la Amazonía: Informe de seguimiento de emisiones nacionales 2024-2025. Observatório do Clima.

Comisión EAT-Lancet. (2019). Alimentar al planeta de forma saludable dentro de los límites planetarios. The Lancet Commission.

Corte Internacional de Justicia. (2025). Opinión consultiva sobre las obligaciones de los Estados frente al cambio climático y los derechos humanos. Naciones Unidas.

Ecologistas en Acción. (2025). Informe pre-COP30: Un balance crítico del Acuerdo de París y los desafíos hacia Belém. Ecologistas en Acción.

Greenpeace International. (2025). Cuenta atrás para la COP30: Evaluación de los compromisos climáticos globales y los riesgos del extractivismo en Brasil. Greenpeace.

Organización de las Naciones Unidas (ONU) Cambio Climático. (2025). Nuevos compromisos de acción climática nacional (NDC) 2025: Síntesis global. UNFCCC.

Sherrington, Rachel, y Healy, Hazel. (2025, 26 de octubre). Ojo con estos 8 términos de lavado de imagen verde de la agroindustria en la COP30. Desmog. 

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COP29: Negociando el cambio climático ¿Quiénes participan?

Cumplimos una semana de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024, una vez más ha sido organizada por un país dependiente de las energías fósiles y que se caracteriza por ejercer una política represiva ante las opiniones críticas. ¿Qué implica todo esto?

A partir de la cobertura que ha realizado el medio digital Climática que es una «revista especializada en informar y formar sobre el calentamiento global, sus causas y sus consecuencias». Reflexionamos sobre quienes son los sectores que han tenido acceso a participar en este espacio de negociaciones y su contexto.

Reflexionamos sobre las implicaciones que tiene el país anfitrión, sobre las ausencias en torno a la representación de los sectores y sobre quienes han logrado colocar su agenda en discusión.

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COP16: Postergaciones y urgencias

Entre el 21 de octubre al  1 de noviembre del 2024 en Cali Colombia se estará desarrollando la Cumbre Mundial de la Biodiversidad, COP16, y es la primera COP que se celebra tras la aprobación del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (si quieren conocer más sobre este instrumento pueden ver este documento desarrollado por Ecologistas en Acción).

El desafío que reviste este foro, es lograr empezar a aplicar los objetivos y las metas del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que plantea la necesaria financiación y nuevos mecanismos que logren la integración de la biodiversidad en las diversas políticas sectoriales de los países.

Estamos ante un desafío mayor que proteger la biodiversidad, sino, incluirla como parte activa dentro de los diversos procesos que impulsamos en nuestras sociedades, este paso inicia reconociendo la urgencia de construir una ruta para lograr detener la pérdida de especies y ecosistemas en 2030.

Esperamos esta infografía que realizamos a partir del artículo «La COP16 debe establecer mecanismos eficaces y financiación para asegurar el cumplimiento del Marco Mundial de Biodiversidad» de Ecologistas en Acción, contribuya a seguir reflexionando sobre la urgencia de replantear la forma en la que  relacionamos la naturaleza para su cuidado, protección, conservación y disfrute.

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Igualdad climática a debate

Aprovechamos la publicación por parte de Oxfam del informe «Igualdad Climática: Un planeta para el 99%» , el cual nos arroja datos sobre el estado de las emisiones de carbono en relación con los estratos de ingresos, estos  no ayuda a problematizar las responsabilidades no de manera generalizada como «humanidad», sino en grupos específicos, y cómo las desigualdades están impactando de manera directa sobre el Cambio Climático.

Este documento nos ayuda enriquecer nuestras lecturas en torno  a las dependencias entre la crisis climática y las desigualdades, sus interconecciones e impactos en la vida de las personas, especialmente en torno a la desigual distribución de los impactos de la crisis climática.

En este marco, hay un dato clave el 1 % más rico de la población mundial generó el 16 % de las emisiones de carbono a nivel global, tanto como el 66 % más pobre (5.000 millones de personas). Sin embargo, las personas más afectadas por el impacto del cambio climático  son aquellas que viven en la pobreza, los grupos excluidos, ¿Qué implicaciones tiene esta disparidad?

Este informe nos plantea un círculo vicioso donde el cambio climático amenaza con incrementar las desigualdades, ya que alimenta y agrava las divisiones existentes entre las personas. Esto nos lleva a plantear un desafío, tan solo si reducimos de manera radical las desigualdades podremos evitar el colapso climático.

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¿Servicios o Despojos?…. basados en la naturaleza

Con el aumento de la preocupación ante los efectos de la crisis climática, muchos actores procuran posicionar sus intereses y agenda en torno a las discusiones sobre ¿Qué hacer ante las consecuencias de esta crisis?  Últimamente en los «grandes» foros nos hablan de las Soluciones Basadas en la Naturaleza, es importante reflexionar sobre que están entiendo estos tomadores de decisión y que implicaciones tienen para nuestros territorios.

Por esta razón les invitamos a retomar este debate a partir de esta infografía que hemos elaborado para que puedan reflexionar todas estas propuestas desde la mirada por la defensa de nuestros bienes comunes naturales.

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Este documento se desarrollo a partir de la declaración realizada por más de 360 organizaciones ( https://bit.ly/35otbZv ) y presentada en el marco de la conferencia de prensa organizada por la Alianza Biodiversidad, Alliance for Food Sovereignty in Africa (AFSA), ETC group, Focus on the Global South, GRAIN,Amigos de la Tierra Internacional (FoEI), Indigenous Climate Action (ICA), Indigenous Environmental Network (IEN), Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) el pasado 15 de marzo del 2022 (https://www.etcgroup.org/es/content/conferencia-de-prensa-no-las-soluciones-basadas-en-la-naturaleza).

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Cambio Climático: ¿Qué pasa con la vulnerabilidad de las personas?

El pasado 28 de febrero del 2022 se presentó el «Informe Cambio Climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad», el cual nos aporta algunos elementos para reflexionar sobre no sólo la agudización de las consecuencias del cambio climático, sino también problematizar el rumbo de las políticas de adaptación y mitigación dominantes en nuestras sociedades.

Algunas reflexiones generales que podemos encontrar en su lectura son:

Sobre el contexto del cambio climático:

  • Los impactos climáticos ya son generalizados y se han agudizado.
  • Los riesgos proyectados se intensifican con las temperaturas más altas, generando impactos irreversibles.

En torno al contexto de las políticas que estamos asumiendo:

  • La persistencia de la inequidad profundiza la vulnerabilidad a los riesgos climáticos y deja sin efecto muchas de las propuestas de políticas de adaptación y mitigación.
  • Siguen existiendo brechas de participación entre las comunidades y las propuestas de adaptación que siguen ignorando las particularidades de sus formas y modos de vida.

Pueden descargar el informe aquí.

Les compartimos esta infografía que resumen algunos de las principales ideas.

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Desigualdad e injusticia climática: Escenarios de agotamiento de los Bienes Comunes Naturales

¿Estoy loco, para ver lo que otros no ven, o están locos los responsables de todo lo que estoy viendo?
León Tostoi

 

El pasado mes de septiembre 2020, OXAFAM presentó el informe “Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono Por qué la justicia climática debe estar en el centro de la recuperación tras la pandemia de COVID-19” donde expuso las profundas brechas en torno a las emisiones de carbono y el nivel de ingreso.
En este marco es importante señalar que la crisis climática es provocada por el accionar humano sobre los bienes comunes naturales, pero las diferencias de impacto saltan a la vista, cómo por ejemplo nuestra atmósfera, que a lo largo del tiempo ha acumulado las emisiones de carbono, en detalle la deuda ecológica entre 1800-1988, se refleja de una forma desigual; 83.7% producido en el hemisferio norte contra apenas un 16.3% del hemisferio sur.

Este informe que nos presenta OXFAM nos alerta que a pesar de las bajas emisiones que se reportan motivo de las medidas COVID 19, la crisis climática sigue, y que, ante los compromisos del Acuerdo Climático de París, estamos muy cerca de superar el límite de mantener el calentamiento global del 1,5 C, agudizando así el deterioro de los bienes comunes naturales.

Sin embargo, la gran contribución de este informe reside en que nos ayuda a problematizar una pregunta incómoda para algunos sectores de nuestras sociedades, ¿Quiénes son responsables del incremento de estas emisiones (1990-2015)?

Al respecto esto, el informe nos trae algunos datos importantes de reseñar, por ejemplo; el 10% más rico generó el 52% de emisiones totales de carbono, de estas el 1% de la población mundial más rica generó 15% de las emisiones, sin embargo, apenas el 50% más pobre de la población mundial generó el 7%.

Un ejemplo que nos aporta es respecto de las emisiones totales relacionadas a la dimensión del transporte; solamente el 10% de los hogares más ricos consume de esto el 45% del transporte terrestre y el 75% aviación.

Con estos y otros datos más, el informe logra concluir que por lo menos el 5% más rico es responsable del 37% del incremento total de las emisiones del período de estudio.

También es importante señalar, que unos de los sectores que hoy atenta más contra los Bienes Comunes Naturales como lo es la Agroindustria, llega a representar el 30% total de las emisiones de carbono, esto resultado de la suma de sus dimensiones de agrocadena: agricultura, industria, energía y transporte (Ecologistas en Acción, 2010).

Con estos datos que les presentamos, podemos llegar a una primera idea, el actual crecimiento económico garantiza la satisfacción del consumo más rico, no está centrado en la mejora de las condiciones de vida. Por ejemplo, la mitad de la población mundial vive con menos de $5,50 al día.

Pero ¿qué nos dice esto?

Algunas ideas que nos permiten partir de este informe:

Hay un consumo desproporcionado de los sectores más ricos
Las personas en pobreza y exclusión hacen frente a los efectos de cambio climático de manera directa
Las generaciones futuras verán perjudicada su calidad de vida, ya que encontrarán un agotamiento acelerado de los Bienes Comunes Naturales
La coyuntura del COVID 19 demostró que se pueden tomar medidas radicales ante una amenaza
Es por esta razón que, a partir de la lectura de este informe, podemos proponer algunas medidas que se pueden explorar para abordar la crisis climática:

Impuestos a la riqueza
Apoyos a sectores que desarrollan modos de producción alternativos
Prohibiciones y restricciones sobre actividades contaminantes
Ante este escenario que atravesamos de agotamiento generalizado de los Bienes Comunes Naturales, es importante profundizar en las experiencias de gestión de los bienes comunes como un aporte más para enfrentar las repercusiones de la actual injusticia climática, estos procesos nos enseñan a construir relaciones a partir de la horizontalidad de los sujetos y protegiendo con sus acciones la reproducción de la vida.

Fuentes:

Gore, T. (2020). Combatir la desigualdad de las emisiones de carbono Por qué la justicia climática debe estar en el centro de la recuperación tras la pandemia de COVID-19. OXFAM. Tomado de: https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/621052/mb-confronting-carbon-inequality-210920-es.pdf

Ecologistas en Acción (2010) Agricultura y cambio climático N 67. Recuperado de: https://www.ecologistasenaccion.org/19945/agricultura-y-cambio-climatico/

Equipo de trabajo del Observatorio de Bienes Comunes: agua y tierra
Programa Kioscos Socioambientales
Centro de Investigación y Estudios Políticos

Pueden descargar la infografía aquí