Este 20 de junio saldremos a manifestarnos en defensa de la Educación, en el marco de las negociaciones del FESS 2023, sabemos que esta lucha no sólo es en la mesa de negociación presupuestaria, ya que el desfinanciamiento es sólo una estrategia más, de algo mayor, es decir, el cambio de sentido de la educación, de derecho a mercancía.
En las últimas décadas, existe un avance significativo de perspectivas educativas, que consideran las dimensiones económicas y financieras, como ejes centrales en la construcción de la curricula de contenidos, desplazando así, los enfoques humanistas y sociales. Esto conlleva a una cosolidación de una tendencia instrumental del «aprendizaje», desvinculando las dimensiones sociohistóricas, políticas y culturales de esta.
Por esta razón, la negociación del FESS es sólo un momento puntual, de otra lucha más, la construcción de esa otra educación, una que esté comprometida ética, política y pedagógicamente con la transformación de nuestras sociedades desde las necesidades y aspiraciones de las personas. Esta otra educación no es algo por venir, ya está practicándose, desde muchos espacios que a veces los llamamos «formales» e «informales», los podemos conocer a través de esas personas y colectivos comprometidas con concepciones liberadoras, que construyen aprendizajes desde los trayectos de las personas participantes y que sus prácticas acompañan la liberación de las capacidades para la transformación de sus contextos.
Es así, que este 20 de junio, marchamos en contra de esa visión instrumental de la educación, y por la defensa de esa educación comprometida con las realidades que vive, que las problematiza e interpela, pero también, promueve su transformación desde las propias personas y sus realidades.
Cuando salimos a manifestarnos, no nos manifestamos por «cualquier cosa» o porque nos mandaron, sino porque creemos y prácticamos una educación transformadora.
Es así, que compartimos estos «tips» para profundizar otro tipo de educación.
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