El pasado domingo 6 de julio, la comunidad de Piedades Sur de San Ramón celebró con entusiasmo el primer Festival de Felinos, una iniciativa organizada por el colectivo Felinos en Libertad, con el apoyo de la Municipalidad, Universidad de Costa Rica y diversos emprendimientos locales. La jornada reunió a personas de todas las edades en un ambiente festivo y reflexivo, con el propósito de reconocer y valorar la vida que habita el territorio.
Durante el festival se realizaron actividades variadas, como talleres sobre reciclaje, un recorrido guiado por la reserva natural del Colegio Técnico Profesional de Piedades Sur, presentaciones de bailes típicos y el dinámico Rally Desafíos y Aventura organizado por los Scouts. Estas propuestas no solo ofrecieron entretenimiento, sino también espacios de encuentro comunitario, aprendizaje y diálogo sobre el entorno natural.
Uno de los ejes centrales del evento fue el conocimiento y la reflexión sobre los felinos silvestres que habitan la zona. Se compartió información sobre su importancia ecológica y los retos que enfrentan para sobrevivir en un territorio cada vez más intervenido. A partir de esta conversación, se enfatizó la urgencia de promover formas de convivencia que respeten sus ciclos de vida, y que garanticen condiciones adecuadas para su permanencia en los ecosistemas locales.
Este tipo de actividades son fundamentales para fortalecer los procesos de educación socioambiental, sensibilizar sobre la biodiversidad y fomentar el compromiso ciudadano en la defensa y cuidado del entorno. A la vez, representan una oportunidad para redescubrir el placer de convivir con la naturaleza, reconociendo que protegerla también implica disfrutarla y vivirla desde el vínculo comunitario.

Felinos en Libertad es una iniciativa comunitaria nacida en Piedades Sur de San Ramón, dedicada a la conservación de los felinos silvestres y la fauna local. Su labor se enfoca en promover la coexistencia entre biodiversidad y comunidades humanas, a través de acciones concretas como el monitoreo de especies, la educación ambiental y el fortalecimiento de emprendimientos locales comprometidos con la conservación. Desde una visión que une ciencia, territorio y participación, este colectivo demuestra que es posible cuidar la vida silvestre desde lo local, con conocimiento, vínculo y compromiso.

Educación socioambiental desde la fiesta, el vínculo y la alegría
Más allá de la formación tradicional, el Festival de Felinos muestra que la educación socioambiental también puede y debe vivirse desde la festividad, el compartir y la alegría colectiva. No se trata solo de transmitir información o capacitar en habilidades técnicas, sino de cultivar una relación afectiva con el territorio, de crear memorias compartidas que fortalezcan el sentido de pertenencia y el compromiso con la vida que nos rodea.
Cuando una comunidad se reúne para celebrar su biodiversidad, no solo aprende: se reencuentra, se reconoce y se organiza. El juego, la danza, el arte y la conversación abierta se convierten en caminos para despertar conciencia, valorar la riqueza natural y entender que proteger los ecosistemas también es una forma de cuidar nuestras relaciones humanas. En este sentido, la educación socioambiental es también una invitación a imaginar y practicar otras formas de habitar el mundo: más sensibles, más justas y profundamente alegres.
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Encuentros que cuidan lo común
Los espacios como el Festival de Felinos son mucho más que celebraciones puntuales: son momentos en que la comunidad se reconoce como protagonista en la defensa de los bienes comunes. Al reunirnos en torno a la biodiversidad, el agua, los bosques o los animales silvestres, afirmamos que esos elementos no son recursos aislados, sino parte esencial de la vida que compartimos.
Estos encuentros permiten articular saberes, fortalecer vínculos y renovar el compromiso colectivo con el cuido del territorio. Nos enseñan que proteger los bienes comunes no es tarea exclusiva de instituciones o especialistas, sino una responsabilidad compartida, que se nutre del diálogo, la alegría y la organización comunitaria. Y al hacerlo desde la cercanía y el disfrute, se siembran las condiciones para una relación más ética, sensible y sostenida con nuestro entorno.